dissabte, de juny 30, 2007

Kottler

La realidad es que la mayoría de las relaciones son bastante superficiales y casi siempre la interacción es demasiado predecible. La conversación en las reuniones sociales habitualmente abarca temas seguros; política, deportes, niños, películas, libros, relaciones comunes o sucesos mundiales.

Recitamos los cuentos y las bromas que hemos repetido una decena de veces y escuchamos a los demás hacer lo mismo. Rara vez se rompen las barreras de la intimidad con exploraciones hacia áreas más arriesgadas:" ¿ Qué piensas realmente de mí?", "¿qué es lo que siempre quisiste decirme?", "cuando esta conversación termine , qué te hubiera gustado oir?"

Jeffrey Kottler
en "A solas con uno mismo"

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Estoy totalmente de acuerdo porque yo mismo participo en numerosas ocasiones en esos mismos "rituales" sociales donde impera más el "pasar de puntillas" que el profundizar, aunque también es cierto que hay momentos y sobre todo personas que con total normalidad propician lo contrario y es entonces cuando la conexión se percibe completa y de corazón a corazón.

Anònim ha dit...

Hay el riesgo de preguntar lo que quizás el otro nunca se planteó o incluso ser respondido con una pregunta que nos lleve a donde nunca quisimos entrar...